La energía se manifiesta de diferentes formas; puede transformarse, pero no puede surgir de la nada o desaparecer.
En cualquier transformación hay una "degradación" de la energía útil disponible.
Cuando el niño corre, por ejemplo, parte de la energía pasa al aire, aumentando su temperatura. Esa energía sigue formando parte del sistema, pero ya no es energía útil.
En la naturaleza encontramos la energía disponible en diferentes medios capaces de transformarla en alguna forma de energía útil.
El petróleo es el combustible más usado para ello.
Pero este recurso, un combustible fósil, es cada vez más escaso y se considera "no renovable", ya que se encuentra en cantidad limitada. Cuando se haya utilizado todo, no podrá reponerse.
La energía del Sol se utiliza como sistema de calentamiento o para producir energía eléctrica.
En las centrales solares se genera electricidad a partir de la energía del Sol.
La energía del Sol se aprovecha para producir vapor de agua. Este vapor mueve una turbina, generando electricidad.
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